10 de marzo de 2009

Una Dosis de Personalidad

No soy consumidor de drogas. Tampoco fumo. No he probado ni las drogas ni el cigarrillo y no aspiro hacerlo en el corto plazo. Pero no me he privado de hacerlo por mojigatería o por cuestiones relacionadas con la moral. Del cigarrillo simplemente no soporto el olor y, con respecto a las drogas, he conocido a varias personas (algunas de ellas muy cercanas) que han tenido problemas serios de adicción y de salud. Por esta razón ha podido más la prudencia que la curiosidad.

Con este artículo no pretendo fomentar ni impulsar el uso de las drogas. Estoy completamente convencido que éstas, al igual que el alcohol o el tabaco, son perjudiciales para la salud del individuo y de la sociedad. Sin embargo también estoy completamente convencido de que la decisión de ingerir o no ingerir drogas, alcohol o tabaco radica exclusivamente en el individuo. La responsabilidad de la sociedad es educarlo correctamente para que se abstenga de ingerir estas sustancias o, si decide hacerlo, que tenga la capacidad de asumir las consecuencias que esto conlleva haciéndose responsable de sus actos. Es un problema de educación y de salud pública que debe ser tratado en los colegios, las universidades, o en últimas en los hospitales, y no a punta de leyes y represión.

Cuando era niño en el colegio intentaron enseñarme el concepto de libertad. No olvido las palabras de mis profesoras de primaria, algunas de ellas monjas y muchas de ellas de carácter supremamente conservador, que me decían: "Tu libertad termina donde comienza la libertad del otro". Tan sencillo como eso. Sin embargo el presidente Uribe, que evidentemente no asistió a las clases impartidas por mis profesoras, piensa todo lo contrario. Cree que es responsabilidad del gobierno decirle a cada quién lo que está bien y lo que no, lo que debe pensar y la manera en que debe comportarse, hasta en su intimidad. Una vez más demuestra que desconoce cuales son sus límites (dudo incluso que conozca la palabra "límites", y con esto estarán de acuerdo los Ecuatorianos). Por esta razón ya va en su quinto o sexto intento de volver a penalizar el porte de la dosis personal de droga. Creo que, una vez más, el gobierno está intentando ir por el camino equivocado y como ciudadanos es importante hacer algo para que esto no ocurra.

Algunos ciudadanos inteligentes (y otros no tanto, pues evidentemente han perdido el control de su vida llevados por los placeres de la droga) han abierto una iniciativa en Facebook llamada "Porte su Dosis de Personalidad". Han convocado una movilización para el 26 de marzo a las 6 PM en la Plaza de Bolívar. Invitan a la gente a llevar consigo su "Dosis de Personalidad". Es decir, llevar "Una dosis de lo que sea que usted consume al disfrutar su vida: juegos, música, libros, arte, prensa, drogas, lo que usted quiera. Es su derecho elegir."

Sé que al igual que con la marcha en contra de las Farc del 4 de febrero de 2008, muchos de los asistentes van a acudir por las razones equivocadas. En este artículo no me ocupo de estas razones, ni intento motivar al consumo de drogas. Lo que sí me interesa es que acudamos por las razones correctas. Es importante defender nuestra libertad. Parece que los organizadores de la protesta también lo han entendido así, y por eso no han reducido su convocatoria exclusivamente a los usuarios de drogas. Nos invitan a todos a llevar artículos que muestren lo que nos hace disfrutar la vida. Aplaudo y me uno a esa iniciativa porque, como buen Colombiano, sé que la vida es para disfrutarla. Estoy seguro que en este momento a todos se nos ocurre algo que podamos llevar.

Espero que se unan al grupo en Facebook y que los que puedan asistan a la Plaza de Bolívar con eso que les genera placer. Espero que lo documenten bien y que inundemos los medios de comunicación con imágenes de Colombianos libres y autónomos que deciden el rumbo de sus vidas. Tal vez incluso tengamos la suerte de ver al Presidente montado en su caballo favorito en la mitad de la Plaza de Bolívar.
Yo no podré asistir por cuestiones de distancia, pero me comprometo a que el 26 de marzo a las 6 PM hora Colombiana estaré disfrutando de mi vida también.

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En una entrevista a "La W Radio" el presidente justificó la medida con estas palabras: Colombia "no puede tener esa contradicción ética de ser muy severo con producción, con tráfico, con bienes ilícitos, y al mismo tiempo ser totalmente laxo, permisivo con el consumo". Tiene toda la razón.

Colombia lo que debe hacer es una ofensiva diplomática para que los países desarrollados, los emergentes y los subdesarrollados (es decir todos), que son completamente permisivos y laxos con el consumo, la apoyen en un proyecto viable de legalización de la droga. De esta manera le quitamos el gran poder financiero a los grupos de delincuentes que se nutren del narcotráfico y que tienen a nuestro país sumido en una guerra tras otra. Así dejamos de poner los muertos en una guerra absurda que nadie quiere pelear (aparte del gobierno colombiano) y convertimos el problema de la droga en un problema de salud pública que enfrentamos todos con responsabilidades iguales.

Mientras esto no suceda y la droga sea ilegal, quienes la adquieran indirectamente estarán financiado mafias violentas, y eso ya se sale de los límites de la libertad individual.

La propuesta de despenalizar el consumo de marihuana que ha planteado la Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia es un buen primer paso. Tímido, pero es un primer paso.
Imágenes cortesía de ~SuzyTheButcher y ~coffee-and-pepper. Encuéntrelas en www.deviantart.com

2 comentarios:

  1. http://www.elpais.com/articulo/internacional/Evo/Morales/pide/despenalizacion/hoja/coca/elpepuint/20090311elpepuint_13/Tes

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  2. Camilo, hace rato ojeo sus artículos y siempre estoy de acuerdo con mucho de lo que escribe. Saludos y animo desde SF.
    -David alias Pica

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